Tratándose de la tecnología, solo tenemos dos opciones: proviene del hombre o proviene de Dios. Podemos entenderla de manera antropocéntrica o de manera teocéntrica. No hay más opciones. Lastimosamente, la práctica se ha decantado siempre por la primera opción.
Piensa en Babel, donde los hombres descubrieron la tecnología del ladrillo y la usaron para desafiar a Dios construyéndose un nombre para sí mismos. Afortunadamente, la Biblia siempre testifica sobre el juicio de Dios sobre el intento humano de desplazarle del centro de todas las cosas.
La tecnología debe ser entendida teológicamente si es que vamos a obtener algún provecho de la misma. Por eso quise traducir estas citas de Tony Reinke para ayudarnos a entender la tecnología desde un punto de vista distinto al común, teológicamente:
Para ver la línea de tiempo del smartphone, necesitamos un vistazo rápido a la historia de la tecnología a lo largo de los siglos. Nuestra era digital no es un accidente cósmico.
La tecnología se usa para someter la creación para el bien humano, pero también para aumentar la eficiencia.
La tecnología es la reordenación de las materias primas para los fines humanos.
El avance tecnológico es un don de Dios para ayudarnos a vivir en una creación caída. Pero toda esta tecnología también nos recuerda nuestro problema fundamental: estamos pecaminosamente alejados de Dios.
Cada vez que abrimos nuestras Biblias, nuestras almas se alimentan de siglos de avances tecnológicos.
Desde las trompetas y los templos hasta las Biblias con bordes de oro, Dios pretendía que la tecnología desempeñara un papel esencial para que le conociéramos y le adoráramos.
La tecnología mejora nuestros cuerpos, perfecciona nuestros movimientos, amplifica nuestras acciones y da forma a la manera en que nos presentamos al mundo.
La tecnología no es inherentemente mala, pero tiende a convertirse en la plataforma elegida para expresar la fantasía de la autonomía humana.
A través de un mal uso de la tecnología, el hombre mató al Autor de la vida, aunque Dios fue soberano en todo el proceso.
La tecnología, incluso en manos de la más malvada intención del hombre, nunca está fuera del plan supremo de Dios.
[C]ada innovación tecnológica es una nueva invitación teológica para una renovada contemplación bíblica por parte del pueblo de Dios.
Vivimos bajo la amenaza de que, si no adoptamos las nuevas tecnologías, nos veremos abocados a la obsolescencia cultural, nos quedaremos sin las habilidades clave que necesitamos para conseguir un trabajo, nos desconectaremos de las conversaciones culturales y nos separaremos de nuestros amigos.
Traduje estas citas del primer capítulo del libro 12 Ways Your Phone is Changing You, publicado en español como Hechizo Digital: 12 Maneras en que tu Dispositivo te está Cambiando. Puedes ver dónde comprarlo en español aquí.