En este pequeño ensayo, expongo un enfoque cristiano del estado en al menos tres ideas: el origen del Estado, su tarea y sus límites, y la actitud cristiana frente al Estado.
Somos llamados a administrar la gracia de Dios para el bien de otros y para la gloria de nuestro gran Creador y Salvador. Vivamos en consecuencia con ese llamado.
Aunque estamos tratando con un Dios infinito, él se ha dignado a revelarse a nosotros por medio de la Biblia para enseñarnos el camino de salvación por gracia.