4 Pasos para Enseñar la Biblia Eficazmente

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Enseñar la Palabra de Dios a otros es tanto un privilegio como una responsabilidad.

  • Como privilegio, debemos estar agradecidos con Dios por darnos la oportunidad de servirle en esta área.
  • Como responsabilidad, debemos cumplir esta tarea con diligencia y sumo cuidado, ya que estamos literalmente hablando en nombre de Dios.

Los oyentes conocerán al Dios de la Biblia o a un dios falso dependiendo de lo que nosotros enseñemos. Por eso es que debemos predicar la Biblia y no nuestras opiniones o lo que atrae a los oyentes (2 Tim. 4:1-4).

En la vida y ministerio de Esdras hay cuatro lineamientos sencillos sobre cómo llevar a cabo un ministerio de enseñanza de manera efectiva. No es por casualidad que Dios usó a Esdras para traer un verdadero avivamiento y reforma al pueblo de Israel luego de una larga cautividad.

Pero antes de la reforma y el avivamiento, algo había sucedido con Esdras. Considera lo que dice Esdras 7:10

«Porque Esdras había preparado su corazón para escudriñar la ley del SEÑOR y para cumplirla, a fin de enseñar a Israel los estatutos y los decretos.»

Esdras había seguido una progresión adecuada en su ministerio de enseñanza que vamos a resumir en cuatro pasos:

  1. Preparar el corazón
  2. Estudiar la Palabra de Dios
  3. Cumplir la Palabra de Dios
  4. Enseñar la Palabra de Dios

Todo ministerio eficaz debe caracterizarse por una correcta actitud del ministro hacia la tarea que está desarrollando. Si queremos tener un ministerio de enseñanza de la Biblia eficaz, asegurémonos de llevar a cabo estas cuatro etapas cada vez que prediquemos las Escrituras:

1- Prepara tu corazón

Lo primero que Esdras hizo es preparar su corazón para un proceso que tomaría tres etapas subsecuentes: estudiar la ley, aplicarla a su vida, y solo entonces enseñarla.

Preparar el corazón es indispensable, ya que la tarea de la predicación no es una tarea meramente intelectual, sino sobre todo espiritual. El ministerio de enseñanza de las Escrituras debe llevarse a cabo en comunión con el Espíritu porque él es quien inspiró las Escrituras.

Preparamos nuestro corazón mediante la oración y la meditación en la verdad bíblica. Debemos pedir a Dios que nos guíe al estudiar, que nos ayude a aplicar lo estudiado a nuestras vidas, y que luego nos capacite para poder enseñar las Escrituras.

2- Estudia diligentemente

Para poder enseñar la Palabra de Dios y que las personas puedan conocer al Señor, necesitamos estudiar la Biblia diligentemente. No lograrás el objetivo de que la iglesia conozca a Dios si hemos dedicado solo una hora al estudio de las Escrituras habiendo tenido semanas completas para hacerlo.

Estudiar diligentemente la Biblia implica un esfuerzo y un compromiso serio. Es necesario un esfuerzo por comprender las Escrituras en el sentido en que el Señor quiso que las comprendiéramos.

Para esto deberemos leer varias veces nuestro pasaje bíblico, leer el contexto inmediato del pasaje, comprender el capítulo, la sección, y el libro completo si es necesario. Debemos hacer todo esto tomando notas, usando sanas reglas de interpretación bíblica, consultando comentarios bíblicos, etc.

3- Vive fielmente

Imagina esta situación:

  • Por alguna razón, siempre has tenido lucha con la mentira. Mientes constantemente.
  • En tu preparación para enseñar la Biblia, encuentras en la Biblia que la mentira ofende al Señor.
  • Luego, simplemente te paras delante de sus oyentes para decirles que no mientan sin antes haber tratado tu propio pecado.

¿Crees que tu ministerio de enseñanza será eficaz? Esdras estaba dedicado completamente a poner en práctica lo que había estudiado en la Ley del Señor. Y nosotros debemos hacer lo mismo.

Al estudiar las Escrituras, no debemos simplemente tener la intención de predicar o enseñar, sino principalmente de aprender y poner en práctica lo que ellas nos enseñan.

Las vidas de los oyentes serán transformadas a medida que la vida del predicador lo sea. O al menos, el Espíritu Santo se agradará más en obrar por medio de la predicación de un maestro fiel que de una persona que enseña sin poner en práctica.

4- Enseña confiadamente

Una vez hemos estudiado y puesto en práctica la Palabra de Dios, estaremos listos para compartir la Biblia con otros. Solo entonces.

La predicación es la etapa final de un ministerio de enseñanza efectivo. Lo primordial con nuestro estudio es poder conocer al Señor por medio de su Palabra. Al conocerle, podremos decir sin temor: «Este es nuestro Dios; esto le agrada y esto le ofende.»

Esdras tuvo un ministerio de enseñanza efectivo porque su preparación era la adecuada. Observar cuidadosamente la progresión de Esdras en su preparación para enseñar la Palabra de Dios e imitarla es algo primordial.

Recursos útiles para estudiar la Biblia

Aquí recomiendo algunos libros del Software Bíblico Logos que pueden guiarte si quieres estudiar la Biblia:

  1. Cómo Estudiar e Interpretar la Biblia (R.C. Sproul)
  2. Principios de Interpretación Bíblica (Louis Berkhof)
  3. Cómo Estudiar la Biblia para un Mayor Beneficio (R. A. Torrey)
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