Vivió en la tierra sin riqueza alguna
Su único tesoro fue tener a su Dios
Palacio no tuvo, dinero ni bienes
Solo la esperanza de un lugar mejorDel sol más allá él tiene un hogar
Del sol más allá se fue a morar
Yo sé que él está del sol más alláEl tiempo que vivió sin bienes algunos
No puede igualarse del sol más allá
Lo que aquí es un día allá son mil años
No se cuenta el tiempo del sol más allá
Esta adaptación de la alabanza Del Sol Más Allá describe perfectamente a mi papá, quien falleció el 28 de mayo, día de su cumpleaños 68.
Amado y respetado por sus hijos, amante incondicional de su esposa, maestro incansable de la Biblia, consejero amable de almas afligidas.
Gracias por amarme, papá Hernán Martínez.
